Aniceto, un vecino de Viguera
Aniceto, un vecino de Viguera, fue al Hospital San Pedro, de la capital riojana, a hacerse un reconocimiento médico de rutina. Después de un exaustivo reconocimiento, al terminar, le dice el doctor:
–Caballero, se encuentra usted muy bien para tener 60 años.
Aniceto le contesta: –Que 60 años, ni 60 años, tengo 78 años.
El doctor entonces, le dice:
–78 años tiene usted, con ese cuerpo y esa presencia. Eso no es normal, eso seguramente
es heredado, seguro que su padre vivió muchos años y lo ha heredado de él.
–Y a usted, ¿quién le ha dicho que mi padre ha muerto?.
–¿Su padre no ha muerto?.
–¿Mi padre?, mi padre está como un roble, macizo, tiene 99 años años, se casó con 21 años, además, fíjese usted que trabaja en una empresa cargando y descargando camiones y hace una semana le han hecho fijo.
–Más razón a mi favor, seguramente su abuelo vivió una pila de años fuerte y sano,
su padre lo heredó de su abuelo y usted lo ha heredado de los dos.
–Y a usted, ¿quién le ha dicho que mi abuelo ha muerto? ¿mi abuelo? pregunte usted en el pueblo por él, a mi abuelo, le dicen Paco «el límite» porque tiene 120 años igual que el límite de velocidad. Vamos era viudo y ahora que lo ha nombrado usted, precisamente el sábado que viene se casa.
–Su abuelo que era viudo con 120 años y el sábado que viene se casa.
¿Su abuelo tiene verdaderamente ganas de casarse?
–Hombre, ganas lo que es ganas, ganas, no tiene muchas, lo que pasa es que ha dejado a la novia preñada.
Me has arrancado un sonrisa.
Saludos.
Con tu comentario, doy por recompensado mi tiempo.
Namasté