¡Prefiero ser cenizas que polvo! Preferiría que mi chispa se quemara en un incendio brillante a que se sofocara por la podredumbre seca. Preferiría ser un magnífico meteoro, cada átomo de mí en magnífico resplandor, que un planeta somnoliento y permanente. La función del hombre es vivir, no existir. No desperdiciaré mis días tratando de prolongarlos. Usaré mi tiempo.
Hasta cierto punto, es necesario que un hombre viva su vida en el mundo en el que se encuentra, y que saque lo mejor posible. Pero más allá de ese punto, debe crear su propio mundo. Y lo mejor de la vida es que siempre nos da la oportunidad de crear algo nuevo. Nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo, para hacer un nuevo comienzo, para abrir un nuevo camino.
La vida es corta, y solo tenemos un breve tiempo para explorar, aprender, experimentar y crear. Aprovechemos al máximo ese tiempo, y ardamos brillantemente, como meteoritos a través del cielo nocturno, dejando detrás de nosotros un rastro de luz e inspiración para aquellos que vienen tras nosotros.
Jack Londres
Si hay algo que perder, que sea la culpa
Si hay algo que perder, que sea la culpa.
Que sean los que nos quieren por lo que quieren,
que sean los que nos demandan y exigen.
Si hay algo que perder, que no sean las ganas
de decir lo que uno piensa y expresar lo que uno siente;
sin quedar como deudores o resentidos.
Si hay hay algo que perder, que sean las proyecciones
de los otros, sus necesidades, sus carencias.
Si hay algo que perder, que sean los fagocitarios,
los que esperan que cambies para ser felices.
Para perder están los que critican y no aportan;
para perder están los reactivos, para perder están
los que se contentan con las normas y la mayoría,
los mediocres condescendientes.
Si hay algo para perder, antes de perder lo mas querido;
es la cordura ingenua de pretender pensar igual,
estar siempre de acuerdo, creer que la paz es
una homogénea laxitud inerme, falta de deseos.
Si hay algo que perder, es a quienes nos controlan,
nos toman o ponen de ejemplo;
porque cuando disientes, te convierten en traidor.
Hay mucho para perder, antes de perderse.
Si hay algo que perder que sean los ISMOS
que aprovechan nuestras emociones,
nuestro poder personal y nuestro capital.
El temor a la voz de las tripas,
que raras veces acuerda con el «sentido común».
Si hay algo que perder, que no sean tus sueños,
tus deseos, tus besos y tus abrazos;
antes que perderlos, permíteles que te rediman de todo lo perdido.
La Maga
el ambigú del yoga 
Magnífico poema y magnífica iluminación.
Namasté