¿Cómo se sacan las castañas del fuego?

¿Cómo se sacan las castañas del fuego?

A los 17 mi madre vio que me iba de casa,

así que un día me cogió por banda

y me enseñó a freír un huevo.

Yo apenas había vivido más allá de las 3 calles de Palencia,

tenía un caudal de sueños por achicar

y un semáforo en rojo en la cuenta atrás de ponerse en verde.

Acababa de amanecer un nuevo siglo,

la gente de clase hacía pellas[ii] repartiendo cartas de universidad

y la castañera de la calle mayor

mientras

seguía dándole vueltas al frío.

Preocupada, intuyo, por el qué iba a comer y cómo,

mi madre

me enseñó a cocer pasta,

a cortar lechuga

y picar ajo para darle sabor al cerdo.

Y una tarde; como ya he dicho,

me cogió por banda

y me enseñó a freír un huevo.

Yo estaba en segundo de bachillerato

y lo único que me preocupaba

(no he cambiado tanto)

eran las chicas, el cine y la poesía

y en ese desorden

coleccionaba pósters pensando en cómo sería mi vida.

Pero mi madre,

tímida, preocupada y repleta de ternura,

insistía:

llenaba una sartén de aceite,

lo calentaba

y con los ojos me decía: aunque te quemes, tienes que ser fuerte.

Así aprendí a romper la cáscara,

a poner dos huevos sobre la mesa

y a sobrevivir en este mundo de mierda

que tanto me gusta tantas veces.

Cuando alguien me pregunta

¿cómo se sacan las castañas del fuego?

respondo

lo que aprendí viendo en las manos quemadas de mi madre:

quemándote

para que así otros,

los tuyos,

no se quemen.

Escandar Algeet, en su libro “De Un invierno sin sol”, 2013

Esta entrada fue publicada en Inteligencia emocional, Motivación, Poesías, Reflexiones, Relatos y etiquetada , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s