Apartamento en Benidorm
Daniel, un chico torrecillano, decide invitar a sus amigos Javi y Félix a pasar una semana de vacaciones a un apartamento en Benidorm, donde esperan disfrutar del buen tiempo, comida bebida……… y lo que salga.
La primera noche, deciden ir a una discoteca, y Daniel entabla amistad con Amparo, una chica alicantina de muy buen ver. Después de mucho baile, cubatas y achuchones, la pareja decide acudir a un hotel para concretar el comienzo de una relación amorosa.
Cuando están camino del hotel, Daniel se da cuenta de que no lleva dinero en efectivo, y acuerda con Amparo que ella se haga cargo de los 500 euros que costaría el alojamiento… y que, al día siguiente, él le reintegraría el importe.
Efectivamente, al día siguiente según lo prometido, Daniel decide enviar a Amparo un cheque a través de sus amigos Javi y Félix, pero para que éstos no se enteraran del auténtico motivo, le da a entender que el dinero es en pago por el alquiler del apartamento. Sin embargo, se arrepiente de la relación, y decide enviar un cheque de 250 euros en lugar de los 500 acordados. Y dictó a Javi y Félix la siguiente carta:
Estimada Amparo:
Le envío 250 euros en vez de los 500 acordados en pago del alquiler del apartamento, pues esperaba que fuera otra cosa distinta.
Esperaba un apartamento sin estrenar, que tuviera calefacción, y que fuera pequeño y cómodo. Y resultó ser todo lo contrario: estaba usado, era frío, y amplio.
Atentamente,
Daniel.
Al recibir esto, Amparo le contesta:
Estimado Daniel:
Le devuelvo su dinero, pues no lo necesito.
Sin embargo, en referencia a cuanto dice su carta, debo decirle que tenía que saber que tratándose de un apartamento tan bonito, no podía estar sin estrenar, que no es que no tuviera calefacción, sino que no supo encenderla, y, finalmente, que yo no tengo la culpa de que usted no tenga suficientes muebles para llenarlo.
Atentamente,
Amparo (La dueña del apartamento).