
Retrato del pintor Balenciaga obra de Ignacio Zuloaga.
«El retrato»
Con el fin de tomar una posición natural me siento en la
forma que acostumbro, alargo la pierna derecha, dejo la izquierda
doblada, extiendo una mano y cierro la otra sobre mis muslos, me
mantengo derecho y de medio perfil, fijo la vista en un punto y sonrío.
—¿Por qué sonríe usted?, dice el fotógrafo.
—¿Es que sonrío demasiado pronto?
—¿Quién le ha pedido a usted que sonría?
—Le ahorro a usted el pedírmelo. Sé las costumbres. No es
la primera vez que me retrato. No soy ya un niño a quien se dice: 43
«Mira el pajarito.» Sonrío solo, anticipadamente, y puedo sonreír
así durante mucho tiempo. No me fatiga.
—Señor mío ,dice el fotógrafo, lo que usted desea ¿es
un verdadero retrato o una imagen impersonal y vaga de la cual los
aduladores no podrán más que decir cortésmente: «Sí, hay algo»?
—Quiero una fotografía, dije, en la que haya de todo,
que sea parecida, viva, expresiva, que esté casi hablando, gritando,
saliéndose del marco, etcétera, etc.
—Quienquiera que sea usted , me dijo entonces el
fotógrafo, cese de sonreír. El más feliz de los hombres prefiere
hacer una mueca. Hace muecas cuando sufre, cuando se aburre y
cuando trabaja. Hace muecas de amor, de odio y de alegría. Sin
duda usted sonríe a veces a los extraños y otras al espejo cuando
esta usted seguro que nadie le ve. Pero sus parientes y sus amigos
no conocen de usted más que un rostro malhumorado y si tiene
usted interés en ofrecerles un retrato que yo pueda garantizar,
créame usted, haga usted una mueca.
Jules Renard de su libro «La linterna sorda»
Pierre-Jules Renard (Mayenne 1864- París 1910) fue un escritor, poeta, dramaturgo, crítico literario y de teatro francés.