Hoy traigo al ambigú un texto del que no he podido encontrar el autor, pero que creo muy motivador y un ejemplo de que todo aquel que cree, crea. J.L.Soba

Obra de la artista figurativa italiana Cristina Mavaracchio.
La bailarina
na joven había tomado clases de ballet durante toda su infancia, y había llegado el momento en que se sentía lista para entregarse a la disciplina que la ayudaría a convertir su afición en profesión. Deseaba llegar a ser primera bailarina y quería comprobar si poseía las dotes necesarias, de manera que cuando llegó a su ciudad una gran compañía de ballet, fue a los camerinos luego de una función, y habló con el director.
-Quisiera llegar a ser una gran bailarina, le dijo, pero no sé si tengo el talento que hace falta.
-Dame una demostración, le dijo el maestro.
Transcurridos apenas 5 minutos, la interrumpió, moviendo la cabeza en señal de desaprobación.
-No, no tiene usted condiciones.
La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en un armario y no volvió a calzarlas nunca más, se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores, tomó un empleo de cajera en un supermercado.
Años después asistió a una función de ballet, y a la salida se topó con el viejo director que ya era octogenario, ella le recordó la charla que habían tenido años antes, le mostró fotografías de sus hijos y le comentó de su trabajo en el supermercado; luego agregó:
-Hay algo que nunca he terminado de entender. ¿Cómo pudo Usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina?
-Ahhh, apenas la miré cuando usted bailó delante de mí, le dije lo que siempre le digo a todas, le contestó.
-¡Pero eso es imperdonable! exclamó ella, ¡arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera bailarina!
-No lo creo, repuso el viejo maestro. Si hubieras tenido las dotes necesarias, no habrías prestado ninguna atención a lo que yo dije.
Autor anónimo
Muy bueno!!
Saludos
Me alegra que te guste, es sencillo pero motivador.
Namasté