Colocando al hijo
Un joven, termina el colegio secundario y el padre, un rico bodeguero riojano, que tiene «contactos políticos», trata de conseguirle un empleo para lo que habla con un amigo de Madrid muy bien relacionado.
Padre de chico: -¿Te acuerdas aquel favor que te hice?… bueno… necesitaría un puesto para mi hijo para que empiece a trabajar en Madrid mientras va a la Universidad.
Amigo: -Bueno… déjame ver.
A los dos o tres días lo llama el amigo:
Amigo: – Mira le conseguí un puesto de Asesor en la comisión de Salud en la cámara de Senadores. Va a cobrar 6000 euros al mes.
Padre: -¡No! Es una locura él tiene que comenzar desde abajo.
Amigo: -Bueno… déjame ver.
A los dos días:
Amigo: – Ya está. Tengo un cargo de secretario privado de un diputado. El sueldo es más modesto, son 4500 euros al mes. colegio secundario.
Padre: – No, no, no. Acaba de terminar el colegio secundario. No quiero que se le haga la vida tan fácil.
A los tres días:
Amigo: – Mira es lo mejor que te he podido conseguir, pero ya el sueldo es muy bajo serían 2800 euros al mes y lo que tiene que hacer…
Padre: – No… pero… algo más modesto… tiene que comenzar desde abajo… ¿algo de 800 o 1000 euros al mes no le puedes conseguir?
Amigo: – Bueno… sí, hay puestos de esas características, pero no serían para él.
Padre: – Pero te repito que sería de momento mientras empieza y para hacerse a la idea de trabajar.
Amigo: – Lo siento amigo mío, pero esos cargos son por concurso público, necesita experiencia, título universitario y se presentan miles de solicitudes.